Elías Prada Galán

El piano cuántico. Fragmentos de libros olvidados, que no deberían estarlo

Archivos mensuales: enero 2012

EL JEFE

En 1696, el matemático suizo Johann Bernouilli retó a sus colegas a solucionar una cuestión irresoluble, llamada el problema de la braquistocrona; o sea determinar la curva que conecta dos puntos, desplazados lateralmente uno de otro, a lo largo de la cual un cuerpo caería en el menor tiempo posible bajo la única acción de la gravedad. Bernouilli fijó al principio un plazo límite de seis meses pero lo alargó hasta un año y medio a petición de Leibniz, uno de los sabios principales de la época y al hombre que inventó, independientemente de Newton, el cálculo diferencial e integral. El reto fue comunicado a Newton el 24 de enero de 1697 a las cuatro de la tarde. Antes de salir a trabajar a la mañana siguiente, Newton había inventado una rama de las Matemáticas totalmente nueva llamada cálculo de variaciones, la utilizó para resolver el problema de la braquistocrona y envió la solución que, por deseo de Newton, fue publicada anónimamente. Pero la brillantez y la originalidad del trabajo delataron la identidad del autor. Cuando Bernouilli vio la solución comentó “reconocemos al león por sus garras”. Newton tenía entonces cincuenta y cinco años.
(C. Sagan, «Cosmos»)

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UN HOMBRE DEMASIADO PRÁCTICO

En el estado actual de nuestros conocimientos, el aspirante a místico que recurriera al prolongado ayuno y a la autoflagelación violenta obraría de modo tan insensato como el aspirante a cocinero que imitaba al chino de Charles Lamb, quien quemo la casa para asar un cerdo.
(A. Huxley, «Las puertas de la percepción. Cielo e infierno»)

MISA ANTIGUA

La primera conclusión que puede extraerse de este pasaje es que Zeus Ideo (del monte Ida, en Creta) y Zagreo son uno mismo, y que este dios no era olímpico. Pertenece a la otra de las dos divisiones mayores de dioses griegos. Sus adoradores no estaban con respecto a él en una relación puramente externa, en la que los sacrificios se ejecutan con espíritu contractual, como un señor cuyos buenos dones pueden esperarse si se reconoce su exigencia de sumisión. Se trataba, en cambio de ceremonias de místicos, cuya finalidad es nada menos que asimilarse al objeto de culto, como lo indican claramente las últimas palabras. Estas mismas muestran también que ese mismo dios cretense Zeus-Zagreo se llamaba además en el siglo V (a.d.C), Baco o Dioniso. Tenemos, pues, un ritual ctonio que asegura la comunión con el dios, al parecer en la más primitiva de las formas. Esa comunión se alcanzaba comiendo carne cruda, y podemos dar suficiente crédito a Fírmico para agregar que esa carne era de toro …. Finalmente tenemos el hecho de que el acto central de una ceremonia de comunión, más o menos alegorizado según el grado de civilización alcanzado por los participantes, consiste en la absorción del dios mismo en alguna forma física o símbolo visible, simultáneamente con lo cual el fiel cree adquirir el espíritu del dios, su fuerza o su santidad, o cualquiera de sus características que más desee
(W.K.C. Guthrie, «Orfeo y la religión griega»)

FILOSOFIA PERENNE

– A primera vista, resulta difícil ver en que podrían estar de acuerdo el budismo y el cristianismo. ¿Cuáles son, pues, los principios fundamentales de la filosofía perenne? ¿Podrías postular sus tópicos fundamentales? ¿Cuántas son esas verdades profundas y esos puntos de acuerdo fundamentales?
– Son muchos, pero veamos los siete que considero más importantes.
1º- el espíritu existe.
2º- el espíritu está dentro de nosotros.
3º- a pesar de ello, la mayor parte de nosotros vivimos en un mundo de ignorancia, separación y dualidad, en un estado de caída ilusorio, y no nos percatamos de ese Espíritu interno.
4º- hay una salida para ese estado de caída, de error o de ilusión; hay un Camino que conduce a la liberación.
5º- si seguimos ese camino hasta el final llegaremos a un Renacimiento, a una Liberación Suprema.
6º- esa experiencia marca el final de la ignorancia básica y el sufrimiento.
7º- el final del sufrimiento conduce a una acción social amorosa y compasiva hacia todos los seres sensibles.
(K. Wilber)

1) El mundo físico o fenomenológico no es la única realidad; existe otra realidad no-física. El mundo material es la sombra de una realidad superior que no puede ser abarcada por los sentidos, pero el espíritu y el intelecto humano dan testimonio de ello en su más profunda esencia.
2) El ser humano refleja la naturaleza de esta realidad de dos caras: mientras el cuerpo material está sujeto a las leyes físicas del nacimiento y la muerte, el otro aspecto de la existencia humana no está sometido a la decadencia o a la pérdida, y es idéntico al intelecto o al espíritu, que es el núcleo del alma humana. En el occidente moderno, este segundo aspecto o realidad ha sido frecuentemente pasado por alto o ignorado.
3) Todos los humanos poseen una capacidad, que sin embargo no es usada y por tanto está atrofiada, para la percepción intuitiva de la verdad última o absoluta y la naturaleza de la realidad. Esta percepción es la meta final de los seres humanos, y su ejercicio y desarrollo son el propósito de sus existencias. Las grandes religiones intentan establecer (o restablecer) la conexión entre el alma humana y esta última y más alta realidad. Dicha realidad, en las religiones procedentes de Abraham (Judaísmo, Cristianismo e Islamismo), es llamada Dios; Dios es el principio absoluto desde el cual toda existencia es originada y al cual toda existencia retornará. En las religiones no-teístas, tales como Budismo, Jainismo y Taoísmo, lo último o lo absoluto está caracterizado de una manera un tanto diferente.
(Wikipedia)

ORDEN Y CONCIERTO

La música ordena el caos, pues el ritmo impone unanimidad en la divergencia, la melodia impone continuidad en la fragmentación, y la armonía impone compatibilidad en la incongruencia.
(Y. Menuhin)

CLASE DE LENGUA III

Además de las simples sensaciones de los órganos de los sentidos –color, sonido, tacto, olor y sabor; además de las simples emociones de placer, desagrado, alegría, temor, sorpresa, asombro, curiosidad, risa, ira y muchas otras, se producen en nuestra consciencia series de sensaciones complejas y emociones superiores (complejas)-emoción moral, emoción estética y emoción religiosa. El contenido de las experiencias emocionales, hasta de las más simples, por no decir nada de las que son complejas, nunca podrá ajustarse totalmente a conceptos o ideas y, por tanto, nunca podrá expresarse correcta y exactamente en palabras. Las palabras sólo podrán sugerirlo o conducir a él. La interpretación de las experiencias emocionales y de la comprensión emocional es el objeto del arte.
(P. D. Ouspensky «Tertium organum»)

CLASE DE LENGUA II

¿Entonces tú piensas que los átomos ni son actuales ni son reales? …. Ya no se sabe con exactitud cómo emplear las palabras; y esto no es extraño, porque nos hemos alejado mucho del ámbito de nuestra experiencia inmediata, en el cual -en tiempos prehistóricos- se formó nuestra capacidad de hablar… El propio Platón no se daba por satisfecho con esta limitación. Tras haber constatado con toda claridad todas las posibilidades y limitaciones de un lenguaje preciso, no dudó en acudir al lenguaje poético, que evoca en el oyente imágenes que comportan una comprensión de un tipo completamente diferente.
(W. Heisenberg, «Diálogos sobre la física atómica»)

AMOR A LA HUMANIDAD

El hombre era ya de edad y si duda alguna inteligente. Hablaba con tanta sinceridad como usted y, aunque bromeaba, lo hacía con un deje de tristeza. “Yo, decía, amo a la humanidad, pero me admiro de mí mismo: cuanto más quiero a la humanidad en general, tanto menos quiero a los hombres en particular, es decir, por separado, como simples personas. En sueños, decía, he llegado con frecuencia hasta apasionados propósitos sobre el servicio a la humanidad y, quizás, hubiera caminado hacia la cruz por la gente si ello hubiera resultado necesario en algún momento; por otra parte, sin embargo, soy incapaz de vivir con otra persona dos días seguidos en una misma habitación, lo sé por experiencia. Apenas me encuentro con alguien próximo a mí, ya noto que su personalidad oprime mi amor propio y me corta la libertad. En veinticuatro horas puedo llegar a odiar hasta a la mejor de las personas: a uno porque pasa mucho tiempo comiendo a la mesa; a otro, porque está resfriado y se suena sin parar. Me convierto, decía, en un enemigo de las personas no bien éstas empiezan a relacionarse conmigo. En cambio me ha sucedido siempre que cuanto más he odiado a la gente en particular, tanto más apasionado ha sido mi amor por la humanidad en general.”
(F.M. Dostoievski, «Los hermanos Karamazov»)