Elías Prada Galán

El piano cuántico. Fragmentos de libros olvidados, que no deberían estarlo

Archivos mensuales: febrero 2012

ALQUIMIA I

La prima materia posee el carácter de la ubicuidad: está siempre y en todas partes, es decir, que la proyección puede verificarse siempre y en todas partes. Sir George Ripley, el alquimista inglés, escribe “Los filósofos dicen a aquel que busca que las aves y los peces nos traen el lapis; pero todo hombre lo tiene”. El lapis está en todo lugar, en ti, en mí, en cualquier objeto, en el tiempo y en el espacio.
(C.G. Jung, “Psicología y Alquimia”)

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DIMENSIÓN DE LA CONCIENCIA

El número de estados mentales que puede alcanzar el hombre es de … 2 multiplicado por sí mismo diez billones de veces. Se trata de un número irrepresentable, mucho mayor, por ejemplo, que el número de partículas elementales (protones y electrones) que existen en todo el Universo
(Carl Sagan, «Los dragones del edén»)

SATURANDO SPOTIFY

Se dice que J.S. Bach componía cinco ciclos de cantatas al año para todos los domingos y días festivos; es decir, unas trescientas en total. Aproximadamente dos quintas partes de ellas han desaparecido, pero se conservan ciento noventa y nueve. Además existe un número considerable de cantatas profanas. Aunque la popularidad de Bach ha seguido creciendo desde que la famosa interpretación de Mendelsshon de la “Pasión según San Mateo” la relanzara en 1829, son muy pocos los entusiastas que conocen a la perfección todas sus cantatas sacras. Estas cantatas por sí solas pueden ser consideradas como el trabajo de toda una vida de un compositor; sin embargo, como es sabido por todos los oyentes, esas obras son sólo un aspecto de todos los logros musicales de Bach. Compuso piezas y conciertos para clave, suites y conciertos para orquesta, música para órgano, la “Misa en si menor”, las maravillosas pasiones… la lista es casi interminable. Muchos expertos han dedicado su vida al estudio exclusivo de las obras de este compositor.
Las mismas consideraciones son aplicables a Haydn. Hans Keller nos cuenta que los 45 cuartetos de cuerda de Haydn son obras maestras y que hay muchos otros que vale la pena escuchar. Hay 104 sinfonías, más de 30 tríos con piano y una enorme cantidad de piezas musicales de otros géneros que son de una calidad sublime. Nadie, con la posible excepción de H. C. Robbins Landon, las conoce en su totalidad.
Mozart, de haber vivido tantos años como Haydn, podría haber dejado el mismo número de obras como legado. Aun así, el número de obras que compuso Mozart es tal que muy pocos estudiosos podrían afirmar que las conocen en su totalidad.
(A. Storr, «La música y la mente»)

LA MÚSICA Y LA REALIDAD (2)

… Para comprender esto, pensemos en unas cuerdas que nos resultan más familiares, como son las cuerdas de un violín. Cada una de estas cuerdas puede ejecutar una enorme variedad de modelos de vibración diferentes conocidos como resonancias. Se trata de los modelos de ondas cuyos picos y senos están espaciados uniformemente y encajan perfectamente entre los dos extremos fijos de la cuerda. Nuestros oídos, perciben estos diferentes modelos resonantes de vibración como notas musicales diferenciadas. Las cuerdas de la teoría de cuerdas tienen unas propiedades similares. Son modelos resonantes de vibración que la cuerda puede sustentar en virtud de sus picos y senos uniformemente espaciados y que encajan perfectamente a lo largo de su extensión espacial. He aquí un hecho crucial: del mismo modo que las diferentes pautas vibratorias de la cuerda de un violín dan lugar a diferentes notas musicales, los diferentes modelos vibratorios de una cuerda fundamental dan lugar a diferentes masas y cargas de fuerza. Como se trata de un aspecto crucial, vamos a enunciarlo otra vez. Según la teoría de cuerdas, las propiedades de una partícula (electrón, neutrino, muón, quark, fotón, bosón…) elemental –su masa y sus distintas cargas de fuerza- están determinadas por el modelo resonante exacto de vibración que ejecuta su cuerda interna.
(Brian Greene, «El universo elegante»)

LA MÚSICA Y LA REALIDAD (1)

CAPÍTULO 6. SOLO MUSICA: LOS ELEMENTOS ESENCIALES DE LA TEORÍA DE CUERDAS
Desde hace mucho tiempo, la música ha proporcionado las metáforas elegidas para referirse a los problemas relativos al cosmos que han dado más quebraderos de cabeza. Desde la antigua expresión pitagórica “música de las esferas”, hasta las “armonías de la naturaleza” que han guiado la investigación a través de los tiempos, nos hemos dedicado colectivamente a buscar la canción que canta la naturaleza en el tranquilo deambular de los cuerpos celestes y en el alboroto de las detonaciones de las partículas subatómicas. Con el descubrimiento de la teoría de cuerdas, las metáforas musicales adoptan un realismo sorprendente, ya que esta teoría sugiere que el paisaje microscópico está cubierto de diminutas cuerdas cuyos modelos de vibración orquestan la evolución del cosmos.
(Brian Greene, «El universo elegante»)

MICROCOSMOS

… O aquellos días de la agonía del espíritu, aquellos días terribles del vacío interior y la desesperanza, en los cuales, en medio de la tierra destruida y esquilmada por las sociedades anónimas, nos salen al paso, con sus muecas como un vomitivo, la humanidad y la llamada cultura con su fementido brillo de feria, ordinario y de hojalata, concentrado todo y llevado al colmo de lo insoportable dentro del propio yo enfermo: el que haya gustado de aquellos días infernales, ése ha de estar muy contento con estos días mediocres y normales como el de hoy; lleno de agradecimiento se sentará junto a la amable chimenea y con agradecimiento comprobará, al leer el periódico de la mañana, que no se ha declarado ninguna nueva guerra ni se ha erigido en ninguna parte ninguna nueva dictadura, ni se ha descubierto en política ni en el mundo de los negocios ningún chanchullo de importancia especial; con agradecimiento habrá de templar las cuerdas de su lira enmohecida para entonar un salmo de gratitud mesurado, regularmente alegre y casi placentero, con el que aburrir a su callado y tranquilo dios contentadizo y mediocre, como anestesiado con un poco de bromuro …. Es algo hermoso esto de la autosatisfacción, la falta de preocupaciones, estos días llevaderos, a ras de tierra, en los que no se atreven a gritar ni el dolor ni el placer, donde todo no hace sino susurrar y andar de puntillas. Ahora bien, conmigo se da el caso, por desgracia, de que yo no soporto con facilidad precisamente esta semisatisfacción, y que al poco tiempo me resulta intolerablemente odiosa y repugnante, y tengo que refugiarme desesperado en otras temperaturas, a ser posible por la senda de los placeres y también por necesidad por el camino de los dolores. Cuando he estado una temporada sin placer y sin dolor y he respirado la tibia e insípida soportabilidad de los llamados días buenos, entonces se llena mi alma infantil de un sentimiento tan doloroso y de miseria, que al dormecino dios de la semisatisfacción le tiraría a la cara satisfecha la mohosa lira de la gratitud, y más me gusta sentir dentro de mí arder un dolor verdadero y endemoniado que esta confortable temperatura de estufa. Entonces se inflama en mi interior un fiero afán de sensaciones, de impresiones fuertes, una rabia de esta vida degradada, superficial, esterilizada y sujeta a normas, un deseo frenético de hacer polvo alguna cosa, por ejemplo unos grandes almacenes o una catedral, o a mí mismo, de cometer temerarias idioteces, de arrancar la peluca a un par de ídolos generalmente respetados, de equipar a un par de muchachos rebeldes con el soñado billete para Hamburgo, de seducir a una jovencita o retorcer el pescuezo a varios representantes del orden social burgués.
(H. Hesse, «El lobo estepario»)

CONSAGRANDO LA PRIMAVERA

El profundo significado de la música y su objetivo esencial … es favorecer una comunión, una unión del hombre con su prójimo y con el ser supremo
(Igor Stravinski)

CRISTIANISMO ESOTÉRICO VERSUS CRISTIANISMO CUÁNTICO

De manera resumida el cristianismo esotérico viene a decirnos:
1. El ser humano está gobernado por su inteligencia, sus emociones y su cuerpo. En este estado el ser humano se asemeja a una máquina que actúa mecánicamente, nada de su esencia «trascendente» aflora. Suele emplearse el adjetivo de estar dormido o incluso estar muerto para denominar a este estado de ausencia total de la esencia trascendente.
2. Para cambiar, el ser humano debe despertar, morir en vida y volver a nacer. Ello se consigue sólo mediante un proceso de iniciación que se basa en el trabajo sobre uno mismo, la meditación, casi el ascetismo, abandonando todo en la vida por este camino de salvación.
3. Conseguido el cambio y tras despertar o morir en vida y nacer de nuevo, aflora la esencia trascendente y estamos en condiciones de unirnos al Uno, a Dios.
Lo anterior sería muy correcto si no fuese por dos pequeñas frases «sin importancia» de Jesucristo:
a) “Quien no sea como un niño, no entrará en el Reino de los Cielos” (Mateo 18,1).
b) “Gracias Señor por haberle enseñado esto a la gente humilde y que los sabios no sean capaces de haberlo visto: Gracias Señor por haberte parecido esto bien”. (Lucas 10,21).
Y lo anterior por no traer a colación lo de que “las rameras y los publicanos os precederán en el Reino de los Cielos”; que sepamos ni ellas ni ellos eran iniciados.

En definitiva, si bien la iniciación es importante, no es la única premisa.
La premisa primera y fundamental que en su caso debe complementarse con la iniciación es el mandamiento final «amaos los unos a los otros».
La idea anterior ha sido denominada por algunos exégetas como «Cristianismo cuántico»
(DMC)

EL REINO DE LOS CIELOS

Las enseñanzas cristianas forman una religión muy austera, infinitamente lejana del Cristianismo sentimental creado por los modernos predicadores. A lo largo de todas las enseñanzas cristianas, en su verdadero significado, se encuentra la idea de que el «Reino de los Cielos», cualquiera que sea el significado de estas palabras, pertenece a los pocos, que angosta es la puerta y estrecho el camino, y de que sólo unos cuantos pueden pasar y así lograr la «salvación», y aquellos que no pasan no son sino residuos que habrán de ser quemados.
La idea de la exclusividad y dificultad de la «salvación» se encuentra tan definida y se subraya tan frecuentemente en los evangelios, que todas las mentiras y la hipocresía del Cristianismo moderno no son realmente suficientes para poder olvidarla y para atribuir a Cristo la idea sentimental de la salvación general.
….
Para poder empezar a comprender los evangelios y la doctrina evangélica es necesario en primer lugar comprender lo que significa el Reino de los Cielos o el Reino de Dios.
Estas expresiones son la clave para la parte más importante de la doctrina evangélica. Nada puede entenderse si primero no se comprende su significado. Pero al mismo tiempo estamos tan acostumbrados a la interpretación eclesiástica común, según la cual el Reino de los Cielos significa el lugar o el estado en el que las almas de los justos se encontrarán después de la muerte, que no nos imaginamos la posibilidad de otro significado de estas palabras.
Las palabras del evangelio «El Reino de los Cielos está en vosotros» suenan en nuestros oídos huecas e ininteligibles, y no sólo no explican la idea principal, sino que parecen obscurecerla más. Los hombres no comprenden que dentro de ellos se encuentra en camino para el Reino de los Cielos y que el Reino de los Cielos no se encuentra necesariamente en el umbral de la muerte.
El Reino de los Cielos, el Reino de Dios, significa esoterismo.
(P.D. Ouspensky, «Un nuevo modelo del universo»)

MORIR Y NACER EN VIDA. EL PUNTO DE VISTA DEL CRISTIANISMO ESOTÉRICO

Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío. Fue éste donde Jesús de noche y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él.» Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios.» Dícele Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?» Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu. No te asombres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.» Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?» Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas? «En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio. Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo vais a creer si os digo cosas del cielo?
(Juan 3:1-12)

HAY QUE MORIR (¿EN VIDA?)

En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.
(Juan 12.24)

ESTAMOS MUERTOS

Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado. Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza. Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
(Mateo 8:22)

MISTERIO Y CONOCIMIENTO

– Krishnamurti: ¿Sabe todo el mundo que existe algo misterioso? No los misterios que inventa el deseo, sino un algo misterioso en la vida misma, aparte de mi sufrimiento, de mis celos, de mi ansiedad, de mi muerte. ¿Se tiene la sensación de que, independientemente de todo eso, la vida encierra un gran misterio? ¿Es así? ¿Sabemos todos y cada uno de nosotros que ese misterio existe?
– David Bohm: Me gustaría pensar que de alguna manera todos lo sabemos. Probablemente uno ya nace con esa sensación de algo misterioso, pero, como consecuencia del condicionamiento, esa sensación se va desvaneciendo gradualmente.
– Krishnamurti: ¿Ve? Ahí está el peligro que puede tener la frase “Dios está dentro de ti”. Y esa persona ¿tiene la vitalidad, o la pasión necesaria, para dejar de lado todo condicionamiento?
– David Bohm: No exactamente, pero uno tiene cierto presentimiento de que existe ese misterio. Creo que probablemente los niños pequeños lo sienten con más fuerza.
– Krishnamurti: ¿Piensa usted que los niños de hoy en día tienen eso?
– David Bohm: No sé mucho sobre ellos, probablemente lo tienen en menor grado. Evidentemente, el vivir en una ciudad moderna debe ejercer un efecto nocivo.
– Krishnamurti: Por supuesto.
– David Bohm: Hay muchas causas. Una de ellas es la falta de contacto con la naturaleza, creo que todo contacto con la naturaleza nos ofrece esa sensación de misterio.
– Krishnamurti: Si
– David Bohm: Por ejemplo si uno mira el cielo por la noche.
– Krishnamurti: Pero ya lo ve, los científicos explican las estrellas.
– David Bohm: Si, comprendo.
– Krishnamurti: Cousteau explica el océano; para todo encontramos explicaciones convincentes.
– David Bohm: Sí, se ha creado la sensación de que, básicamente, podemos conocerlo todo.
– Krishnamurti: El conocimiento se está convirtiendo en una maldición. La percepción nada tiene que ver con el conocimiento. Verdad y conocimiento no van juntos; el conocimiento no puede contener la inmensidad del misterio.
– David Bohm: Este es el peligro de nuestra era moderna, que ofrece la apariencia de que, en mayor o menor grado, lo conocemos todo; quizá no los detalles, pero sí tenemos una idea del cuadro general.
(J. Krishnamurti «Verdad y realidad»)

VARIACIONES KARAMAZOVIANAS

Habiendo bebido más de la cuenta durante su onomástica, se enfadó porque no le daban más vodka, en presencia de los invitados, empezó a romper su propia vajilla, a rasgar su ropa y el vestido de su mujer, a destrozar los muebles y, finalmente, los cristales de su casa, todo ello también para causar impresión.
….
¡No fatigues más la tierra, no la deshonres más con tu baja presencia¡
….
“¿Por qué odia usted tanto a Fulano de tal?” Y había respondido en un acceso de su bufonesca desfachatez: “Pues por esto: él no me ha hecho nada, es cierto; en cambio yo le he hecho una villanía indecente, y no bien se la he hecho, le he odiado enseguida por ello”
….
Cuando se marchó, corriendo, yo llevaba la espada puesta; la desenvainé y estuve a punto de clavármela y matarme, no sé por qué; habría sido una gran estupidez, desde luego; debía ser entusiasmo. ¿Comprendes que uno pueda matarse en ciertos momentos de entusiasmo?
(F.M. Dostoievski)

HABLAR CLARO

-¡Son terribles sus palabras¡ Dígame, excelso y bienaventurado padre –el monje iba sintiéndose cada vez más atrevido-, ¿es cierta la gran fama que corre hasta tierras muy lejanas acerca de que usted está en comunicación constante con el Espíritu Santo?
-Viene volando. Suele hacerlo.
-¿Pero cómo viene volando? ¿Y en qué aspecto?
– En el aspecto de pájaro.
– ¿El Espíritu Santo, bajo el aspecto de paloma?
– Una cosa es el Espíritu Santo y otra el Espíritu de Santidad. El Espíritu de Santidad es distinto, éste puede descender como si fuera otro pájaro: una golondrina, un jilguero o un herrerillo.
– ¿Cómo lo distingue usted del herrerillo corriente?
– En que habla
– ¿Habla? ¿En qué lenguaje?
– En el humano
-¿Y qué le dice?
– Pues mira hoy me ha anunciado la visita de un imbécil que me preguntaría lo que no debe.
(F.M. Dostoievski, «Los hermanos Karamazov»)