Elías Prada Galán

El piano cuántico. Fragmentos de libros olvidados, que no deberían estarlo

Archivos mensuales: junio 2013

DARWIN VERSUS NEWTON

Actualmente, la mayoría de los cientificistas y positivistas ruidosos que postulan fanáticamente «el espejismo de Dios», son hijos intelectuales de Darwin.

Creo que Darwin, en lo que a la biología se refiere, podría considerarse similar a Newton en la física.

Lo que sucede no es nada nuevo, con la única diferencia de que estos biólogos fanáticos van con retraso con respecto a los físicos.

Conviene recordar que a finales del siglo XIX, poco antes del descubrimiento de la Relatividad y de la Mecánica Cuántica, muchos físicos afirmaban que el edificio de la Física estaba cerrado, terminado, completo. Que con la física newtoniana se podían explicar prácticamente todos los fenómenos. Es famoso un discurso de Lord Kelvin basado en dichas premisas. En 1899, el físico Albert Michelson (al que se le debe el famoso experimento de Michelson y Morley), Premio Nobel de física en 1907, sentenciaba: “Las leyes y los hechos fundamentales de la ciencia física han sido todos descubiertos, y se hallan tan firmemente anclados que la posibilidad de que se vean reemplazados por otros nuevos es muy remota”. Y apostillaba: “Debemos acostumbrarnos a que nuestros futuros descubrimientos se limiten a determinar la sexta cifra decimal”.

Aquellos físicos fanáticos que se creían en posesión de la verdad, y que pensaban que con la física de Newton todo estaba explicado, descubrieron pocos años después lo gravemente equivocados que estaban, cuando Albert Einstein con su relatividad y Niels Bohr con la mecánica cuántica dieron la vuelta por completo al pensamiento dominante hasta entonces.

Newton fue superado pero Darwin aún no lo ha sido. Y al igual que Kelvin y Michelson decían aquellas tonterías, por muy eminentes que fuesen, a día de hoy los biólogos cientificistas, ateos fanáticos, no habiendo aprendido la lección, mantienen posiciones absolutistas, lo cual vuelve a ser una enorme tontería.

Como nos recuerda Ken Wilber, “es completamente inevitable, es absolutamente cierto, que el día de mañana el sol brillará en un mundo que, en muchos modos, incluirá pero trascenderá la razón… Y, por citar a otro famoso teórico “Abróchense los cinturones porque va a ser un viaje muy turbulento””

Anuncio publicitario

COMPRENSIÓN Y POLIFONÍA

Ayer en la feria del libro estuve conversando con un matemático. Hablábamos de la importancia y la belleza de las matemáticas para describir el mundo. Sin duda la idea de que en el funcionamiento del universo subyacen las matemáticas, tiene una gran fuerza. Un relevante número de genios, sean creyenes, agnósticos o ateos, conciben un funcionamiento del universo basado en los principios matemáticos.

Esta mañana, mientras escuchaba los conciertos de Brandemburgo, he tenido la visión de que las matemáticas, aun con toda su potencia y belleza, describen el mundo de manera monofónica. Sin duda el canto gregoriano es bello, pero queda un poco pequeño frente a por ejemplo un Brandemburgo.

Así, es probable que para explicar la materia o energía oscuras, para superar la incomprobable teoría de cuerdas, para aplicar la física a los sistemas vivos, debamos superar la monofonía imperante, acceder a la polifonía racional/emocional (allá donde pueda estar) y por fin, comprender.